El más alto de todos los faros de Menorca se erige en un islote deshabitado que se encuentra en el extremo sureste de la isla. L’Illa de l’Aire es uno de los rincones más especiales de Menorca y, probablemente, el faro de más difícil acceso de todos ya que la única posibilidad para visitar es hacerlo desde el mar a través de una embarcación.
Ideal para fondear y practicar snorkel en las aguas cristalinas de sus cuevas y calas salvajes, en dicho islote vive la lagartija negra, una de las especies endémicas de Menorca.
Oasis Marinos, arte ética y sostenible
Barceló Nura presenta su colaboración con la escultora Arina Antonova y la diseñadora Antonia Gómez en la creación de la escultura Oasis Marinos. Una colaboración que parte de una filosofía común: proteger, conservar y regenerar mares y océanos, especialmente el hábitat marino de Menorca.
Barceló Nura crea un espacio en el lobby que anima a reflexionar a sus huéspedes sobre el cuidado del océano y su hábitat a través del arte y reconfirma su posicionamiento como un hotel sostenible que pone en alza el entorno privilegiado en el que se ubica y la importancia de su preservación.
La pieza Oasis Marinos da la bienvenida al hotel con una creación que destaca por su carácter ético y sostenible, a través de la cual sus creadoras exponen su preocupación por la importancia de los océanos y la lucha contra los residuos que los contaminan. Cargada de significado y belleza, Oasis Marinos explora el paisaje marino con una visión positiva: reflexiona sobre la relación entre naturaleza, cultura y seres humanos a través de una sostenibilidad activa.
La obra está formada por un total de 27 piezas creadas a mano por Arina Antonova, con formas y gamas cromáticas que nos llevan a los fondos marinos, con elementos y detalles que reproducen con un singular realismo la vida submarina del Mediterráneo.