Con la llegada del verano a México, también se hace presente la granada, marcando el inicio de uno de los platillos más tradicionales del país: el chile en nogada. Este icónico platillo, que fue creado por las monjas agustinas en el convento de Santa Mónica en Puebla para celebrar la independencia, se ha convertido en una joya de la gastronomía mexicana. Su popularidad ha trascendido en todo el país, gracias a su combinación única de ingredientes que proporcionan una experiencia de sabores sin igual.
En un giro innovador que celebra tanto la tradición como la creatividad, Tarumba ha presentado una versión renovada del chile en nogada: los Churros en Nogada. Esta ingeniosa reinvención es obra del chef Jorge Gordillo, quien observó que el chile en nogada se utilizaba predominantemente como plato principal durante las fiestas patrias. Con el objetivo de ofrecer algo nuevo y emocionante, Gordillo decidió reemplazar el chile con churros, creando así un postre que mantiene la esencia del platillo tradicional pero en una presentación dulce y sofisticada.
Los Churros en Nogada de Tarumba conservan los elementos tradicionales del chile en nogada, adaptados de una manera innovadora. En lugar del chile, los churros actúan como el nuevo vehículo para disfrutar de la nogada, que se convierte en un dip que realza el sabor del postre. Esta combinación sigue la misma lógica que el chile en nogada, pero ofrece un giro único que sorprende y deleita a los comensales.