La combinación de elementos que eligieron las hermanas Wachowski hizo que la original Matrix se convirtiera en un referente del ciberpunk, un subgénero de la ciencia ficción que imagina futuros distópicos cruzados por el avance de la tecnología y por el control que se ejerce sobre la humanidad.
Apoyadas en referencias de la literatura (como el conejo blanco de Alicia en el País de las Maravillas o el espacio digital de Neuromancer), conceptos religiosos (la historia del “Elegido”), debates en relación al desarrollo de la tecnología, y tomando inspiración de animes y cine asiático de acción y artes marciales, las directoras generaron una obra que impactó no solo en el mundo cinematográfico, sino que se convirtió en una referencia estética y hasta filosófica.
Matrix popularizó además el concepto del “bullet time”, resultado de una combinación de efectos visuales, elementos reales y el uso de múltiples cámaras registrando el instante de una situación que avanza en slow-motion. La famosa escena en la que Neo, ya capaz de manipular la Matrix, esquiva balas se repitió hasta el cansancio y se parodió en incontables ocasiones.
Por si fuera poco, Matrix gestó en el imaginario pop frases que todos reconocemos (“I know kung fu”) y conceptos que hoy utilizamos de manera habitual (“Un error en la Matrix” para referirnos a situaciones que salen de la normalidad, el deja vú para hacer notar un error que estamos percibiendo, o la píldora roja para referirnos a dejar de estar dominados por un engaño).
La influencia del universo creado por las hermanas Wachowski se extendió hasta la moda, inspirando a algunos de los diseñadores más reconocidos del mundo, pero creando también una estética identificable que cualquiera asocia de manera instantánea a la saga futurista.
En un género con decenas de referencias icónicas, Matrix sigue siendo un elemento central para la cultura ciberpunk más de dos décadas después de su estreno y continúa teniendo una enorme vigencia que pocas franquicias pueden presumir.
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